domingo, 28 de septiembre de 2008

Dos de lejos

Es mejor irse de los lugares que ya no te quieren. Así se olvidan dos rostros extraños. Perdí algo, perdí la cercanía y el hilo que te lleva a creer que hay un camino guardado en la ternura y en lo entrañable.

Y es verdad que el maltrato a veces es invisible ante los ojos, por eso maquillaré mis pestañas una y otra vez para no ver como todo cae al revés y como me vuelvo rocío y sin paraguas.

Y si ahora me preguntan, diré que nunca sentí espaldas tan duras y frías.


Para él y ella, amigos que se extrañan, amigos alejados y para quienes la palabra no es una instancia sanadora.

1 comentario:

Unknown dijo...

si, y tienes razon, que duras las espaldas en aquellas situaciones. Ya te lanzaste, que bueno, eres especial, saludos