martes, 14 de abril de 2009

Casa de muñeca




Con una cortadora de pasto
en una mano
y una gillette
en la otra

voy podando malezas
para escuchar
mejor
el ruido que hacen
los pájaros envenenados

mi casa sangra
por las ventanas

un espasmo me da vuelta
la cara

se acumula todo
el polvo

y una fotografía que no
desaparece
cae

levanto
lo que queda

y sigo cortando este pasto
que no deja de crecer

y que

devora este enorme patio.

4 comentarios:

Natalia Molina dijo...

Escribes muy bien Valeska , no habia tenido la oportunidad de leerte , me gusto en especial este poema por lo directo , se entiende muy bien el animo que lo motiva y es muy inquietante cuando uno lo lee ,muy bueno te felicito
Saludos de una ex-poeta
N.M

Anónimo dijo...

Me uno al sentimiento de Natalia, este poema es muy bueno, objetivo, sutil y musical, con esa imagen al finalizar que entrega la simpleza de un poema hermoso...

Atento a tus muñecas.

Raúl

drfloyd dijo...

este texto va para algo grande...solo le podaria o cambiaria algunas palabritas un poco demasiado usadas.
un abrazo y juerza con el bar perverso

mem dijo...

Me gusta mucho la imagen de este poema, me recuerda cuando me saqué el cerebro para que me lo lavaran. Me pareces una femme fatal nacida del smog de la ciudad, una amazona que cabalga através de los sentimientos oscuros de la ciudad enferma. Desde la luz amarilla del otoño abortado te envío mis saludos y enhorabuenas :-)